El puerto y su gente son emblemáticos de Mar del Plata, así como los lobos marinos, las gaviotas, las lanchas pesqueras, las redes, las nasas y los exquisitos platos marineros. Constituye, entonces, uno de los paseos obligados de quien visita la ciudad.
Lo mismo la avenida Juan B. Justo por la “aventura de comprar” prendas tejidas, camperas, ropa infantil y de surf e indumentaria deportiva en sus numerosísimos locales comerciales, con la buena calidad y diseños exclusivos que caracterizan a estos productos marplatenses.
Por la costa, volviendo al centro, las arenas de las Playas Grande y Varese alternan con las moles pétreas de las sierras de Tandilia que se pierden en el mar. Por eso, los paseos pueden ser al nivel del mar o en lo alto del acantilado. El Torreón del Monje en Punta Piedras, al pie de la loma de Stella Maris, con su aspecto de antigua fortaleza, recrea la leyenda que lo inmortaliza.